domingo, 6 de mayo de 2012

EL TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN Y COMPETENCIA DIGITAL


            Según el REAL DECRETO 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria:

            “La incorporación de competencias básicas al currículo permite poner el acento en aquellos aprendizajes  que se consideran imprescindibles, desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los  saberes adquiridos.”

            Al finalizar la enseñanza obligatoria, los alumnos deben haber desarrollado esas competencias para conseguir su realización personal, ejercitar  la ciudadanía activa, incorporarse satisfactoriamente a la vida adulta y ser capaces de desarrollar un  aprendizaje permanente a lo largo de la vida.

La organización y el funcionamiento de los centros y las aulas, la participación del  alumnado, las normas de régimen interno, el uso de determinadas metodologías y recursos didácticos, o  la concepción, organización y funcionamiento de la biblioteca escolar, entre otros aspectos, pueden  favorecer o dificultar el desarrollo de competencias asociadas a la comunicación, el análisis del entorno  físico, la creación, la convivencia y la ciudadanía, o la alfabetización digital.

            Además, la acción tutorial también contribuye a la hora de adquirir las competencias básicas relacionadas con la regulación de los aprendizaje, el desarrollo emocional o las habilidades sociales. La inclusión de actividades extraescolares refuerzan el desarrollo de las competencias. 

            En el marco de la propuesta realizada por la Unión Europea, y de acuerdo con las anteriores consideraciones, identificamos  ocho competencias básicas, pero aquí me voy a centrar en la competencia del “Tratamiento de la información y competencia digital”:

            El Tratamiento de la información y competencia digital consiste en “disponer de habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar información, y transformarla en conocimiento”. Incorpora diferentes habilidades, que van desde el acceso a la información hasta su transmisión en distintos soportes una vez tratada, incluyendo la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como elemento esencial para informarse, aprender y comunicarse.

            Está asociada con la búsqueda, selección, registro y tratamiento o análisis de la información, utilizando técnicas y estrategias diversas para acceder a ella según la fuente a la que se acuda y el soporte que se utilice (oral, impreso, audiovisual, digital o multimedia).

Disponer de información no produce de forma automática conocimiento. Transformar la información en conocimiento exige de destrezas de razonamiento para organizarla, relacionarla, analizarla, sintetizarla y hacer inferencias y deducciones de distinto nivel de complejidad; en definitiva, comprenderla e integrarla en los esquemas previos de conocimiento. Significa, asimismo, comunicar la información y los conocimientos adquiridos empleando recursos expresivos que incorporen, no sólo diferentes lenguajes y técnicas específicas, sino también las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación.

            “Ser competente en la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como instrumento de trabajo intelectual incluye utilizarlas en su doble función de transmisoras y generadoras de información y conocimiento”.

            Mediante el uso de las tecnologías se pretende crear  personas autónomas, eficaces, responsables, críticas y reflexivas al seleccionar, tratar y utilizar la información y sus fuentes y capaces de resolver problemas reales de modo eficiente. 



Bibliografía:
Ministerio de Educación y Ciencia. (2006). REAL DECRETO 1513/2006, de 7 de diciembre  por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria. (BOE núm. 293).

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